La suma de todos los aciertos

16 Ago

Hay que ser muy valiente o muy pelotudo para tomar como referencia directa a esa genialidad televisiva que se llamó Twin Peaks. Iguales son los afiches de una y otra serie así como calcada es la manera en que se descubren los cuerpos, incluida una madre que grita a través del teléfono. Las “coincidencias” siguen: ambas ocurren en el estado de Washington. El asesinato de una adolescente afecta a toda una red de personajes cercanos, y no tantos, de la víctima. Está la familia. Está la amiga. Está el culpable obvio y una larga lista de personajes secundarios efectivos para el desarrollo de la trama. Cada nueva pista, cada nueva certeza solo será el puntapié inicial para que las dudas se multipliquen de manera exponencial. Lo extraño es que The Killing dice ser una versión de otra serie de origen danés con el mismo nombre.

Las diferencias son producto del lógico paso del tiempo. Ya no vemos un pueblo sino una ciudad.  Ya no es un detective sino una mujer la que lidera la investigación: Sara. Una colorada que no es sexy, que sonríe poco, que se viste igual que sus compañeros hombres. Es eficiente, ve cosas que los demás no ven. Tiene un hijo y está a punto de casarse aunque sospechamos que no tiene muchas ganas y que este nuevo caso sin resolver le viene como anillo al dedo para posponer el asunto. Por su simpática rudeza y su dedicación al límite de lo obsesivo es muy difícil no pensar en una joven Helen Mirren, en aquella otra gran serie que se llamó Prime Suspect (¿No la viste? Andá buscándola y vas a entender muchas cosas de la ficción televisa policial actual). No falta, tal como indica el manual del guionista, el compañero canchero, Stephen, que compensa falta de experiencia con entendimiento de cómo funciona el mundo en algunos lugares. Sabe que para obtener información de un adolescente nada mejor que ofrecerle un poco de porro. El costado político, tópico aparentemente imprescindible en cualquier serie de hoy en día, está representado por Darren Richmond, que en plena campaña por convertirse en intendente se ve afectado  por las implicaciones de este asesinato.

¿Pero entonces estamos recomendando una serie que afanó de muchos lados y que no presenta ninguna novedad? La respuesta es sí y podemos resumir los argumentos de peso en tres sencillas razones:

  1. Un buen ladrón roba a los grandes. Y cuando muestra sus posesiones lo hace de tal manera que uno termina convencido  de que es el legítimo dueño.
  2. Hay mucha oscuridad y llueve seguido. No se puede sentir otra cosa que miedo, mucho miedo.
  3. The Killing, además, es altamente eficaz en clavarte las dudas al final de cada episodio con la profundidad necesaria para que no te quede otra opción que salir corriendo a buscar el que sigue.

Una respuesta to “La suma de todos los aciertos”

  1. Juan Marcos Bouthemy (@JMBt) 11/09/2011 a 12:55 pm #

    4. Es un asesinato, pero es la escuela, la familia, la delincuencia y la policía, el poder económico, la marginalidad, la política y el Estado, y (apenas) la religión de una ciudad en la que llueve mucho y hay mucho bosque.

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